Empleados de Comercio. Corrientes 450, 1º piso
Miércoles desde las 14hs. Gratis
Manuel Puig, Gral. Villegas 28-12-32/Cuernavaca 22-7-90.
La flor del secreto: Manuel Puig.
“La conversación es un tema
musical (…) Hay temas para las variaciones del aburrimiento, balas de
conversación para matar el tiempo, deja
para mañana lo que puedas hablar hoy” G.
Cabrera Infante.
Manuel Puig es uno de los
escritores más internacionales que ha aportado la Argentina y también, al
que su reconocimiento se ha postergado más. Simplemente, Puig se adelantó al
siglo, a las tendencias posmodernistas.
Desgrabó las voces de sus seres más cercanos,
de sus modelos del “decir”, de sus personajes que brillaron a la luz de las
cámaras hollywoodense.
La lectura de su obra se ha
producido como una eclosión esperada, anhelada para los lectores que veníamos
conviviendo con su producción.
Dos puntos marcaremos que lo
identifican en esta situación: el compromiso con la realidad política
argentina y el compromiso con las
técnicas narrativas.
Además de dejarnos sus ocho
novelas, consagradas; gracias a la investigación de Graciela Goldchluk, podemos
trabajar también con sus guiones y obra dramática.
Aportan a esa conversación
infinita, también su Correspondencia personal editada bajo el título de Querida
Familia, donde nos encontramos con que en la intimidad, Manuel hablaba
dialecto de la zona de Parma-Piacenza, y el ameno escrito
biográfico, sumamente completo de S. Jill-Levine en “Manuel Puig y la mujer
araña”.
En uno de los tantos ensayos sobre
el escritor, realizado por José Amícola, ilustra así “Durante su periplo vital,
que fue complicado, Manuel Puig, tuvo el cuidado de trasladar consigo cada una
de las pequeñas anotaciones que le servirán para sus obras como comentarios
meta textuales, personajes, episodios o conexiones culturales de todo tipo. Ese
material, guardado en cajas junto con los manuscritos de obras editadas e
inéditas recorrió a la muerte de Puig, un nuevo periplo desde Cuernavaca en
México, y de allí (en depósito) a la Universidad de Princeton en los Estados Unidos.
Sólo a fines de 1993 esos papeles encontraron nuevamente el camino de regreso:
la casa materna en Bs.As. La Universidad Nacional de la Plata se hizo cargo desde
entonces del relevamiento de los escritos dejados por Puig y de la edición de
algunos materiales que sirven de ejemplo para demostrar el modo de trabajo del
autor”.
En estos momentos su hermano y
albacea, Carlos Puig esta armando un trabajo de documentación tecnológica
intensamente evolucionado.
En julio de 1990, moría Manuel en
Cuernavaca, la ciudad de la eterna primavera. Su lectura siempre atrae como
para indagar más o, para decirlo afortunadamente, seguir escuchando su
espectáculo.
Desde La traición de Rita Hayworth hasta Cae la noche tropical el encaje de conversaciones
que comienza con la voz de una de sus tías en su ópera prima y concluye con la
misma voz en su última novela, va formando
un mundo pletórico de destinos singularmente afectados.
Su literatura nos introdujo los
gestos del camp; sus guiños kitsck, el ecleticismo y el destacado aporte de
gender, que definido como rol sexual, destaca la perspectiva desde donde se
realiza la crítica social y cultural.
Un resumen muy breve de su
biografía realizado por Fernando Molle, dicta: “La vida de Manuel Puig
podría ser contada, también, como una hoja de ruta que marcara su paso por
distintas ciudades: Gral. Villegas, Buenos Aires, Roma, Nueva Cork, Río de
Janeiro, Cuernavaca. En cada una produjo partes de su obra y de todas huyó en
busca de su lugar definitivo, que pareció no encontrar”
susana rozas
Buzón de la casa de Manuel Puig, en Cuernavaca
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