martes, 22 de julio de 2014

Manuel Puig

Cafetín Literario
Empleados de Comercio. Corrientes 450, 1º piso
Miércoles desde las 14hs. Gratis

Tapa original de La traición de Rita Hayworth

Manuel Puig, Gral. Villegas 28-12-32/Cuernavaca 22-7-90.



La flor del secreto: Manuel Puig.

                “La conversación es un tema musical (…) Hay temas para las variaciones del aburrimiento, balas de conversación para matar  el tiempo, deja para mañana lo que puedas hablar hoy” G. Cabrera Infante.
Manuel Puig es uno de los escritores más internacionales que ha aportado la Argentina y también, al que su reconocimiento se ha postergado más. Simplemente, Puig se adelantó al siglo, a las tendencias posmodernistas.
 Desgrabó las voces de sus seres más cercanos, de sus modelos del “decir”, de sus personajes que brillaron a la luz de las cámaras hollywoodense.
La lectura de su obra se ha producido como una eclosión esperada, anhelada para los lectores que veníamos conviviendo con su producción.
Dos puntos marcaremos que lo identifican en esta situación: el compromiso con la realidad política argentina  y el compromiso con las técnicas narrativas.
Además de dejarnos sus ocho novelas, consagradas; gracias a la investigación de Graciela Goldchluk, podemos trabajar también con sus guiones y obra dramática.
Aportan a esa conversación infinita, también su Correspondencia personal editada bajo el título de Querida Familia, donde nos encontramos con que en la intimidad, Manuel hablaba dialecto  de la zona  de Parma-Piacenza, y el ameno escrito biográfico, sumamente completo de S. Jill-Levine en “Manuel Puig y la mujer araña”.
En uno de los tantos ensayos sobre el escritor, realizado por José Amícola, ilustra así “Durante su periplo vital, que fue complicado, Manuel Puig, tuvo el cuidado de trasladar consigo cada una de las pequeñas anotaciones que le servirán para sus obras como comentarios meta textuales, personajes, episodios o conexiones culturales de todo tipo. Ese material, guardado en cajas junto con los manuscritos de obras editadas e inéditas recorrió a la muerte de Puig, un nuevo periplo desde Cuernavaca en México, y de allí (en depósito) a la Universidad de Princeton en los Estados Unidos. Sólo a fines de 1993 esos papeles encontraron nuevamente el camino de regreso: la casa materna en Bs.As. La Universidad Nacional de la Plata se hizo cargo desde entonces del relevamiento de los escritos dejados por Puig y de la edición de algunos materiales que sirven de ejemplo para demostrar el modo de trabajo del autor”.
En estos momentos su hermano y albacea, Carlos Puig esta armando un trabajo de documentación tecnológica intensamente evolucionado.
En julio de 1990, moría Manuel en Cuernavaca, la ciudad de la eterna primavera. Su lectura siempre atrae como para indagar más o, para decirlo afortunadamente, seguir escuchando su espectáculo.
Desde La traición de Rita Hayworth hasta Cae la noche tropical el encaje de conversaciones que comienza con la voz de una de sus tías en su ópera prima y concluye con la misma voz en su última novela, va formando  un mundo pletórico de destinos singularmente afectados.
Su literatura nos introdujo los gestos del camp; sus guiños kitsck, el ecleticismo y el destacado aporte de gender, que definido como rol sexual, destaca la perspectiva desde donde se realiza la crítica social y cultural.
Un resumen muy breve de su biografía realizado por Fernando Molle, dicta: “La vida de Manuel Puig podría ser contada, también, como una hoja de ruta que marcara su paso por distintas ciudades: Gral. Villegas, Buenos Aires, Roma, Nueva Cork, Río de Janeiro, Cuernavaca. En cada una produjo partes de su obra y de todas huyó en busca de su lugar definitivo, que pareció no encontrar”
                                                        susana rozas
Buzón de la casa de Manuel Puig, en Cuernavaca

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