domingo, 31 de agosto de 2014

Dos recortes de Griselda Gimbatti

Cafetín Literario. Empleados de Comercio. Corrientes 450, 1º piso
Miércoles desde las 14hs. Libre y gratuito.





Dos recortes

Domingo de invierno. Siete de la tarde. Día en que, según las estadísticas, se producen más suicidios.
Sola, sentada en mi sillón del living, contemplo el recorte del diario que encuadré hace más de treinta años.
Lo fijé en la pared a mi regreso de la “Colonia de escritores”, realizado en aquel país como símbolo del milagro que él me llevó a  protagonizar.
Allí, en ese paraíso a orillas del mar, conocí al amor de mi vida. Un argentino, escritor como yo, por supuesto y vivimos tres meses “la vida que soñamos” como anunciaba el aviso.
Llegado el momento del regreso, él al país en que residía momentáneamente por cuestiones laborales y yo a Argentina. Nos despedimos con la férrea promesa de reencontrarnos en la próxima colonia, a realizarse la siguiente primavera en el mismo lugar.
Ya finalizado el compromiso que lo mantenía exilados, regresaríamos para no separarnos.
Pasó esa nueva primavera, esa colonia de escritores. Y toda una vida de primaveras y de colonias.

Siempre fui, cada año, con la esperanza renovada de encontrarlo.
Nunca fue.
Hoy, domingo de invierno, siete de la tarde. Día en que según las estadísticas se producen más suicidios tengo otro aviso en mi mano.
En él se notifica su muerte; publicado por su esposa e hijos.
Este dolor que siento ¿es por su muerte o por su olvido?

                                                                    Griselda                      Gimbatti


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