En la Plaza, de Héctor Rodríguez

Yo estaba en la plaza ese día.

Muy cerca de la pirámide de Mayo, rodeado por la multitud que enfervorizada gritaba vivas a los valerosos soldados que habían desembarcado en las islas Malvinas y a su glorioso general que exultante saludaba con amplia sonrisa y los brazos en alto rodeado por su plana mayor desde el balcón de la Casa de Gobierno. ¡Habíamos recuperado las islas que durante tanto tiempo nos habían arrebatado!

Teníamos sobrados motivos para festejar, nuestras banderas ondeaban por cientos o tal vez por miles, había escarapelas sobre los pechos emocionados y estandartes blanquicelestes de todas las formas. El general dio un encendido discurso a la multitud que apenas le permitía hablar, interrumpido por los bombos que no dejaban de sonar. Los vendedores de enseñas patrias sumadas a algunos alimentos y bebidas hacían su agosto.

Creo que solamente yo y quizás otros que no conocía permanecíamos serios .No los vi, lo supuse. En mi cabeza pensaba que suerte correrían esos muchachos que partieron tal vez con la esperanza de la gloria que les esperaría en tamaña epopeya.

Desconocían acaso  los ideólogos de la gesta, la frondosa historia pirata del enemigo?

Creían que su idiosincrasia altanera y avasallante les iba a permitir  quedarse de brazos cruzados mientras les quitaban lo que por haber conquistado hacía cientos de años consideraban suyo, aunque estuviera en territorio ajeno?

Todas esas cavilaciones bullían en mi mente mientras la multitud seguía vivando y entonando diversos cánticos como: ¡Que vengan…los vamos a recibir…a ver si se atreve el principito…los estaremos esperando!

Miré con un dejo de tristeza a mi alrededor, di media vuelta y me alejé en sentido contrario a la multitud que seguía llegando a la plaza. Era el único que se iba, me sentía culpable por no compartir la alegría generalizada, pero la historia me hacía tener serias dudas del resultado de la bravuconada y sobre todo me afligía qué suerte iban a correr nuestros inocentes soldados.

                                               HÉCTOR RODRÍGUEZ
   (Integrante del Cafetín Literario)